Comunidades
imaginadas y la crisis del tercermundismo
Martín Bergel
Universidad Nacional de Quilmes / Universidad Nacional de San
Martín / conicet
Comunidades imaginadas. Refexiones
sobre el origen y la difusión del nacionalismo, de
Benedict Anderson, es consabidamente uno de los libros de mayor impacto surgido
del campo de las humanidades en el último medio siglo. Su ubicación al inicio
del ciclo más fructífero de estudios sobre un asunto de tanto relieve como la
morfología histórica de las naciones y los nacionalismos, y el hecho mismo de
avanzar una definición y una serie de incisivas hipótesis sobre el fenómeno, le
aseguraron ese sitial de privilegio. Y, sin embargo, mientras algunas de sus
formulaciones –empezando por la propia noción de “comunidad imaginada”– han gozado
de singular fortuna y han sido objeto multiplicado de usos y abusos, el propio
lugar de artefacto intelectual del ensayo no ha merecido demasiadas
interrogaciones. En este breve artículo me propongo ubicar a Comunidades
imaginadas en un contexto intelectual y político singular, al que se
vinculan tanto la propia trayectoria de Anderson como su célebre ensayo: el de
la crisis del tercermundismo como imaginario global.
El ejercicio de historia intelectual que propongo no debiera
resultar sorpresivo, si se atiende al tenor de las palabras con que el libro se
inicia: “Quizás sin que lo notemos mucho todavía, vivimos una transformación
fundamental en la historia del marxismo y de los movimientos marxistas. Sus
señales más visibles son las guerras recientes entre Vietnam, Camboya y China”,
comenzaba afirmando Anderson. Y de inmediato: “estas guerras tienen una
importancia histórica mundial porque son las primeras que ocurren entre
regímenes de independencia y credenciales revolucionarias innegables”.1
Ocho años después, en 1991, el prólogo a la segunda edición que desde entonces
abre el volumen insistía en ubicar en “los conflictos armados de 1978-1979 en
Indochina […] el motivo directo del texto original de Comunidades
imaginadas”.2
No obstante, da la impresión de que la mayoría de los lectores del libro pasó
por alto esos señalamientos, o los leyó como referencias carentes de
importancia. Incluso más, como advertía Michael Goebel en el obituario de
Anderson publicado años atrás en esta misma revista, su fama como teórico del
fenómeno nacionalista a menudo condujo a olvidar su ubicación y su prolongado
itinerario académico como especialista en el sudeste asiático.3
En este texto me propongo tomar seriamente esas observaciones iniciales y
colocarlas en relación con dos fenómenos intelectuales recientes, que permiten
leerlas de modo renovado: la publicación de Una vida más allá de las
fronteras, las memorias de Anderson editadas en inglés en 2016 y en
castellano cuatro años después;4 y el actual auge del Tercer Mundo
como problema historiográfico –abordado ahora no como categoría metahistórica o
geopolítica, como “objetividad”, sino como poderoso significante histórico
pasible de ser reconstruido, desde perspectivas de historia intelectual,
cultural o política, en sus múltiples usos, conexiones y derivas–.5
Las guerras internacionales de 1978-1979 que Anderson ubicaba en
el origen de Comunidades imaginadas no solo estuvieron protagonizadas
por regímenes marxistas, sino por naciones que poco antes habían encarnado
parte de las expectativas depositadas en el llamado Tercer Mundo. En la
introducción al más reciente de los libros que integran el corpus bibliográfico
recién citado, Jeremy Adelman y Gyan Prakash insisten en destacar la potencia
política y cultural de los imaginarios del ciclo histórico de los
tercermundismos. Abonado por “pensamientos y prácticas creativas de
emancipación de escritores, artistas, intelectuales y activistas […] el Tercer
Mundo fue una invención al servicio de pensar un orden
mundial diferente, uno que fuera moral, equitativo, inclusivo, posiblemente un
globalismo alternativo antes de la globalización”.6 En la conocida fórmula acuñada por
Vijay Prashad, el tercer mundo “no fue un lugar. Fue un proyecto”.7
Y ese proyecto –global, ubicuo, hiperconectado– no redujo su influjo a actores
de los tres continentes que se asociaban a su nombre. También involucró a
espacios y sujetos en los Estados Unidos y en los países de Europa occidental.8
Tal es el caso de Benedict Anderson, cuya autobiografía permite
observar la trayectoria de un intelectual que, educado en instituciones
británicas de élite, y que posteriormente desarrolla su carrera académica en
los Estados Unidos, participa también de una sensibilidad política afín al
tercermundismo. Por empezar, el autor identifica en la crisis del canal de Suez
de 1956, y en especial en un episodio en la Universidad de Cambridge (donde
estudiaba la licenciatura) en el que “una banda de matones estudiantiles
ingleses de gran porte” agrede a un grupo de estudiantes asiáticos que se
manifestaba a favor de la causa egipcia, una de las experiencias que más
marcaron su conciencia política. “Nunca había estado tan enojado en mi vida. Me
topaba por primera vez con el racismo y el imperialismo ingleses […] Esta fue,
sin duda, una de las razones que más adelante
suscitaron mi atracción por el marxismo y el nacionalismo
anticolonial no europeo”, escribe Anderson.9
Pocos años después, tras un período de incertidumbre vocacional cruza el
Atlántico para asentarse en la Universidad de Cornell, y más precisamente en el
Programa de Estudios del Sudeste Asiático que acababa de crearse. Allí recibe
el influjo decisivo del profesor George Kahin, a quien sigue en sus
perspectivas académicas y políticas. Especialista en Indonesia y partidario
abierto de los procesos de descolonización entonces en curso, Kahin fue quizás
el primer académico occidental en dedicar un ensayo a la célebre Conferencia de
Bandung de 1955, a la que asistió como observador.10 Bajo su influjo, y el de todo el
Programa de Cornell, Anderson viaja a inicios de los 60 a Indonesia, elabora su
tesis de doctorado, e inicia una prolongada relación académico-afectiva con la
región, que incluye el aprendizaje de varias de sus lenguas, la realización de
numerosas investigaciones, y un estrecho vínculo que llega incluso hasta el
momento de su propia muerte, ocurrida en Java a fines de 2015.
Las múltiples peripecias y amistades intelectuales y políticas de
Anderson en distintos países del sudeste asiático conforman una de las zonas
más atractivas de su libro, e ilustran cabalmente el despliegue de “una vida
más allá de las fronteras” (referida en algunas ocasiones a lo largo del texto
en términos de “aventura”, una palabra infrecuente en el relato de las
biografías académicas).11
Las experiencias de Anderson como investigador, sobre todo en Indonesia, lo
movilizan emocional y políticamente, y lo llevan a asumirse –según narra
retrospectivamente– como “una suerte de nacionalista indonesio”.12
Pero aunque allí mismo asocia el contexto del que nace Comunidades
imaginadas al ámbito intelectual británico –sobre todo el de la New Left
Review, al que se vincula desde los años 70 a través de su hermano Perry–,13
las derivas de los países asiáticos con los que se había involucrado
afectivamente impactaron también en su factura. Como sugería recientemente
Richard Drayton en el dossier “Rethinking Nationalism” coordinado también por
Michael Goebel, el trauma del sanguinario golpe de Estado de 1965 del general
Suharto en Indonesia –que trajo aparejado para Anderson la imposibilidad de
volver al país hasta su caída, más de treinta años después– no pudo sino
afectar su concepción de la naturaleza y de la historia del nacionalismo14
(y, por tratarse del país de Sukarno y de la Conferencia de Bandung, también su
visión del Tercer Mundo).
Ese es el otro contexto que, en conjunción con el impacto de las
guerras de 1978-1979 mencionado al inicio, enmarca el origen de Comunidades
imaginadas, y la desilusión respecto de la era del nacionalismo
anticolonial que allí se trasunta. Ese ánimo se refleja, en el relato histórico
que se ofrece en el libro, a través del establecimiento de una continuidad y
una discontinuidad altamente significativas. En el primer caso, al ubicar al
nacionalismo tercermundista como una configuración que replicaba los rasgos
esenciales del nacionalismo tout court, Anderson se ubicaba en la vereda
de enfrente del principio que moldeó el imaginario político de las izquierdas
al menos desde el dictum de Lenin según el cual “una distinción debe
necesariamente hacerse entre el nacionalismo de una nación oprimida y el de una
nación opresora”.15
En Comunidades imaginadas el nacionalismo poscolonial en Asia y en
África no es más que una “última oleada” construida sobre la base de “más de un
siglo y medio de experiencia humana y tres modelos anteriores de nacionalismo”.16
La tesis continuista de Anderson sobre el nacionalismo como forma modular de la
modernidad exportable, pirateable y adaptable detecta por igual modalidades
populares y otras que llama “oficiales” (de homogeneización desde el Estado)
tanto en la Europa del siglo xix
como en los nuevos países independientes asiáticos y africanos.17
Como es conocido, esa perspectiva marcada por la indistinción fue objeto de
críticas.18
Pero esas objeciones pasan por alto el fondo antropológico y teórico-formalista
del enfoque de Anderson, así como su propósito de pensar la nación como
artefacto cultural (según señala, del orden de otros fenómenos como el
parentesco o la religión), un esfuerzo equiparable a aproximaciones como las de
Étienne Balibar a la hora de caracterizar al homo nationalis.19
En un plano menos general, el libro de 1983 presentaba una discontinuidad
que anticipaba una de las perspectivas centrales de la nueva historiografía del
tercermundismo como imaginario histórico y como praxis político-cultural. Según
Anderson, una vez llegados al poder, los líderes revolucionarios actuaban como “señores
feudales” en cuanto al diseño y la implementación de políticas de nacionalismo
oficial (y mencionaba como ejemplos nada menos que a Mao y a Tito). “De este
acomodo –continuaba– proviene invariablemente ese maquiavelismo ‘estatal’ que
constituye un aspecto tan notable de los regímenes posrevolucionarios en
contraste con los movimientos nacionalistas revolu-cionarios”.20
Esa cisura entre esos dos momentos que observaba Anderson se reencuentra por
ejemplo en el reciente estudio de Jeffrey Byrne sobre Argelia como “meca de la
revolución”, un espacio efervescente de cruce y alimentación de redes
trasnacionales tercermundistas que desde el golpe de Estado del coronel
Boumédiènne, en 1965, se cierra sobre sí privilegiando una vía
nacional-autoritaria y Estadocéntrica.21 Y hacia atrás, es una distinción
que subyace también a un conjunto de trabajos que se remontan a la primera
mitad del siglo xx y sobre todo al
mundo de entreguerras, para exhumar allí prácticas e imaginarios
internacionalistas que informaban el accionar de intelectuales y movimientos
anticoloniales y antiimperialistas (un fenómeno que no solo condujo a
establecer una periodización más extensa del tercermundismo, sino que encontró
en esas décadas previas a su surgimiento “oficial” algunos de sus impulsos más
creativos y ambiciosos por reconfigurar al mundo como un todo).22
Todavía en los años 50 intelectuales y activistas imaginaban un mundo
poscolonial que no descansara en la afirmación de Estados-nación singulares,
mientras que alternativamente a las cumbres de los grandes líderes se sucedían
encuentros de “otros Bandungs” desarrollados desde el llano que también
impulsaban vías utópicas.23
Veinticinco años después, Comunidades imaginadas nacía ofreciendo un eco
del desasimiento de esas ilusiones.
En definitiva, si en relación con su periodización la nueva
historiografía sobre el tercermundismo como fenómeno global ha avanzado en un
consenso cada vez mayor sobre su emergencia a la salida de la Primera Guerra
Mundial, el momento y sobre todo las causas de su ocaso permanecen aún en
penumbras a la espera de nuevas exploraciones.24 Tampoco resulta evidente cómo
caracterizar las sobrevidas del “tercer mundo” una vez que el proyecto utópico
que evocaba se ha deshecho, y cuando su subsistencia residual proyecta sin
embargo sombras que mantienen cierta eficacia en el diseño de alineamientos
culturales y políticos (piénsese, por ejemplo, en los posicionamientos
“campistas” ante fenómenos diversos como el ascenso de China como potencia
global o los atentados contra el semanario Charlie Hebdo en París).
Mientras tanto, una relectura de Comunidades imaginadas como síntoma
indicativo de la crisis del tercermundismo a fines de los años 70 puede
relanzar la pregunta que planea sobre su historia refulgente: ¿en ese compuesto
aparentemente virtuoso de nacionalismos internacionalistas que yacía a su base,
era inevitable el predominio por momentos abrasador del primero de sus polos? o
Bibliografía citada
Adelman, Jeremy y Gyan Prakash (eds.), Inventing
the Third World. In Search of Freedom for the Postwar Global South, Londres,
Bloomsbury Academic, 2023.
Anderson,
Benedict, Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión
del nacionalismo, México, Fondo de Cultura Económica, 1993 [1983].
—, Una vida más allá de las fronteras, Buenos Aires, Fondo
de Cultura Económica, 2020 [2016].
Aydin, Cemil, The Politics of Anti-Westernism in
Asia. Visions of World Order in Pan-Islamic and Pan-Asiatic Thought, Nueva
York, Columbia University Press, 2007.
Balibar,
Étienne, “Homo nationalis. Boceto antropológico de la forma nación”, en
É. Balibar, Nosotros, ¿ciudadanos de Europa?, Madrid, Tecnos, 2003
[2001].
Bentivegna,
Diego y Lucia Faienza (eds.), Pier Paolo Pasolini y el tercer mundo,
Buenos Aires, Universidad Nacional de Tres de Febrero, 2022.
Bergel,
Martín, El Oriente desplazado. Los intelectuales y los orígenes del
tercermundismo en Argentina, Bernal, Editorial de la Universidad de
Quilmes, 2015.
Byrne, Jeffrey, Mecca of Revolution: Algeria,
Decolonization, and the Third World Order, Nueva York, Oxford University
Press, 2016.
Chaterjee,
Partha, La nación en tiempo heterogéneo y otros estudios subalternos,
Buenos Aires, Siglo XXI, 2008.
Cooper, Frederick, Citizenship between Empire and
Nation: Remaking France and French Africa, 1945-1960, Princeton, Princeton
University Press, 2014.
Drayton, Richard, “The Poetics of Anticolonial
Nationalism”, The American Historical Review, vol. 127, nº 1.
Eslava, Luis, Michael Fakhri y Vasuki Nesiah (eds.), Bandung,
Global History and International Law: Critical Past and Pending Futures,
Cambridge, Cambridge University Press, 2017.
Goebel, Michael, Anti-Imperial Metropolis: Interwar
Paris and the Seeds of Third World Nationalism, Cambridge, Cambridge
University Press, 2015.
—, “Benedict Anderson (1936-2015)”, Prismas. Revista de Historia
Intelectual, nº 20, 2016.
Goswami, Manu, “Imaginary Futures and Colonial
Internationalisms”, American Historical Review, vol. 117, nº 5, 2012.
Harper, Tim, Underground Asia. Global Revolutionaries
and the Assault on Empire, Londres, Penguin, 2021.
Kahin, George, The Asian-African Conference,
Bandung, Indonesia, April 1955, Ithaca, University of Cornell Press, 1955.
Kalter, Cristoph, The Discovery of the Third World.
Decolonization and the Rise of the New Left in France, 1950-1976,
Cambridge, Cambridge University Press, 2016.
Lee, Cristopher (ed.), Making a World after Empire:
The Bandung Moment and Its Political Afterlives, Athens, Ohio University
Press, 2010.
Lewis, Su Lin y Carolien Stolte, “Other Bandungs:
Afro-Asia Internationalisms in the Early Cold War”, Journal of World History,
vol. 30, n° 1-2, 2019.
Louro, Michele, Comrades against Imperialism.
Nehru, India and Interwar Internationalism, Cambridge, Cambridge University
Press, 2018.
Manela, Erez, The Wilsonian Moment.
Self-Determination and the International Origins of Anticolonial Nationalism,
Nueva York, Oxford University Press, 2007.
Palti,
Elías, “El enfoque genealógico de la nación y sus descontentos. El dilema
hobsbawmiano”, en E. Palti, Aporías, tiempo, modernidad, historia, sujeto,
nación, ley, Buenos Aires, Alianza, 2001.
Parrot, Joseph y Mark Atwood Lawrence (eds.), The
Tricontinental Revolution. Third World Radicalism and the Cold War,
Cambridge, Cambridge University Press, 2022.
Prashad, Vijay, The Darker Nations. A People’s
History of the Third World, Nueva York, The New Press, 2007 [trad. esp. de
Albino Santos Mosquera: Las naciones oscuras. Una historia del Tercer Mundo,
Barcelona, Península, 2012].
Roy, Srirupa, “The Death of the Third World Revisited.
Curative Democracy and World-Making in Late 1970s India”, en J. Adelman y G.
Prakash (eds.), Inventing the Third World. In Search of Freedom for
the Postwar Global South, Londres, Bloomsbury Academic, 2023.
Stynen, Andreas, Maarten Van Ginderachter y Xosé M.
Núñez Seixas (eds.), Emotions and Everyday Nationalism in Modern European
History, Londres, Routledge, 2020.
Resumen/Abstract
Comunidades
imaginadas y la crisis del tercermundismo
El artículo
propone una aproximación en clave de historia intelectual a Comunidades
imaginadas, ubicando el ensayo en un contexto político-intelectual
específico: el de la crisis de los imaginarios tercermundistas a fines de los
años setenta. Para eso se sirve de referencias que el propio libro dispone,
empezando por los señalamientos que Anderson ofrece en su inicio en relación
con el significado de las guerras internacionales entre países del sudeste
asiático en ese período, en combinación con trazos de su propia autobiografía y
con el campo de investigaciones recientes sobre la historia de los
tercermundismos. La conjetura del texto es que a través de la trayectoria de
Anderson, y en particular en Comunidades imaginadas, es posible leer la
crisis de la utopía tercermundista (entendida como campo virtuoso de
articulación entre internacionalismo y nacionalismos populares).
Palabras
clave: Benedict Anderson - Tercermundismos - Nacionalismo -
Internacionalismo - Guerras internacionales
Imagined Communities and the Crisis of Third Worldism
The article proposes an intellectual history approach
to Imagined Communities, placing the book in a specific
political-intellectual context: that of the crisis of Third World imaginaries
at the end of the 1970s. To this end, the article uses the references provided
by the book itself, starting with Anderson’s opening remarks on the
significance of the international wars between Southeast Asian countries in
that period, in combination with traces of his own autobiography and with the
field of recent research on the history of Third Worldism. The argument of the
article is that through Anderson’s trajectory, and in particular in Imagined
Communities, it is possible to read the crisis of the Third World utopia
(understood as a field of articulation between internationalism and popular
nationalisms).
Keywords:
Benedict Anderson - Third worldisms - Nationalism - Internationalism -
International wars
1 Benedict Anderson, Comunidades imaginadas.
Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo, México, Fondo
de Cultura Económica, 1993 [1983], p. 17.
2 Ibid.,
p. 11. El destacado es mío.
3 Michael Goebel, “Benedict Anderson (1936-2015)”, Prismas.
Revista de Historia
Intelectual,
nº 20, 2016, p. 388.
4 Benedict Anderson, Una vida más allá de las
fronteras, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2020 [2016].
5
Limitándonos a los libros y compilaciones, dentro de este campo de estudios en
pleno despliegue (que, aunque en parte se solapa, a la vez se distingue
expresamente de la historiografía sobre la Guerra Fría) pueden mencionarse a
Vijay Prashad, The Darker Nations. A People’s History of the Third World, Nueva York, The New Press, 2007; Cemil Aydin, The Politics of
Anti-Westernism in Asia. Visions of World Order in Pan-Islamic and Pan-Asiatic
Thought, Nueva York, Columbia University Press, 2007; Erez Manela, The
Wilsonian Moment. Self-Determination and the International Origins of
Anticolonial Nationalism, Nueva York, Oxford University
Press, 2007; Cristopher Lee (ed.), Making a World after Empire: The
Bandung Moment and Its Political Afterlives, Athens, Ohio University
Press, 2010; Michael Goebel, Anti-Imperial Metropolis: Interwar Paris and
the Seeds of Third World Nationalism, Cambridge, Cambridge University
Press, 2015; Martín Bergel, El Oriente desplazado. Los
intelectuales y los orígenes del tercermundismo en Argentina, Bernal,
Editorial de la Universidad de Quilmes, 2015; Cristoph Kalter, The Discovery
of the Third World. Decolonization
and the Rise of the New Left in France, 1950-1976, Cambridge, Cambridge University Press, 2016; Jeffrey Byrne, Mecca
of Revolution: Algeria, Decolonization, and the Third World Order, Nueva
York, Oxford University Press, 2016; Luis Eslava, Michael Fakhri y Vasuki
Nesiah (eds.), Bandung, Global History and International Law: Critical Past
and Pending Futures, Cambridge, Cambridge University Press, 2017; Michele
Louro, Comrades against Imperialism. Nehru, India and Interwar
Internationalism, Cambridge, Cambridge University Press, 2018; Tim Harper, Underground
Asia. Global Revolutionaries and the Assault on Empire, Londres, Penguin,
2021; Joseph Parrot y Mark Atwood Lawrence (eds.), The Tricontinental
Revolution. Third World Radicalism and the Cold War, Cambridge, Cambridge
University Press, 2022; Jeremy Adelman y Gyan Prakash (eds.), Inventing the
Third World. In Search of Freedom for the Postwar Global South, Londres,
Bloomsbury Academic, 2023. Y la lista puede extenderse.
6
Jeremy Adelman y Gyan Prakash, “Imagining the Third World: Genealogies of
Alternative Global Histories”, en J. Adelman y G. Prakash, Inventing the
Third World, p. 18. La traducción es mía.
7 Prashad, The
Darker Nations, p. xv.
8 En su
documentado libro The Discovery of the Third World, Cristoph Kalter
relee la emergencia de la nueva izquierda francesa (incluido Mayo del 68) a la
luz de la centralidad de los referentes y narrativas tercermundistas. Para el
caso de un intelectual/artista europeo particular, véase el reciente libro de
Diego Bentivegna y Lucia Faienza (eds.), Pier Paolo Pasolini y el tercer
mundo, Buenos Aires, Universidad Nacional de Tres de Febrero, 2022. En un
registro distinto, en Anti-Imperial Metropolis Goebel mostró como la
París de entreguerras ya había sido un espacio de experiencia de gran
relevancia en la emergencia y circulación de redes e imaginarios anticoloniales
y antiimperialistas a escala transcontinental.
9
Anderson, Una vida, p. 33.
10
George Kahin, The Asian-African Conference, Bandung, Indonesia, April 1955,
Ithaca, University of Cornell Press, 1955. Su tesis doctoral Nationalism
and Revolution in Indonesia, publicada tres años antes en la misma
editorial, es considerada una obra clásica en los estudios sobre ese país.
11 El cruce de fronteras es, en ese sentido, multidireccional: si el libro
se origina, según cuenta Anderson, en una idea de una editora del Japón que le
propone elaborar un ensayo autobiográfico que sirviera para ilustrar a los
lectores de ese país acerca de la cultura académica estadounidense en la que
había forjado su itinerario, en reversa, las andanzas que rodearon el trabajo
de campo del autor en Indonesia, Tailandia o Filipinas ofrecen postales de la
vida en esos países en plena transformación que a los ojos curiosos de
académicos europeos, estadounidenses o latinoamericanos resultan también
instructivas y atrapantes.
12 Anderson, Una
vida, pp. 123-124.
13 Ibid.,
pp. 129-136.
14
Richard Drayton, “The Poetics of Anticolonial Nationalism”, The American
Historical Review, vol. 127, nº 1, p. 361.
15 Vladimir
I. Lenin, Collected Works, vol. 36, p. 36, cit. en Elías Palti, “El
enfoque genealógico de la nación y sus descontentos. El dilema hobsbawmiano”,
en E. Palti, Aporías, tiempo, modernidad, historia, sujeto, nación, ley,
Buenos Aires, Alianza, 2001, p. 201.
16 Anderson, Comunidades
imaginadas, p. 191. “La última oleada” es el título del capítulo de cierre
del recorrido histórico de los nacionalismos. Evidenciando la indistinción que
lo separa del principio leninista, Anderson considera dentro de esa ola tanto
al nacionalismo de los nuevos países de Asia y África, como el de Suiza (pp.
192-197).
17 Ibid.,
pp. 197-199.
18 Por
ejemplo, de Partha Chaterjee, La nación en tiempo heterogéneo y otros
estudios subalternos, Buenos Aires, Siglo XXI, 2008.
19 Étienne
Balibar, “Homo nationalis. Boceto antropológico de la forma nación”, en
É. Balibar, Nosotros, ¿ciudadanos de Europa?, Madrid, Tecnos, 2003.
Señalo de paso que si en Comunidades imaginadas Anderson hilvana una
perspectiva teórica sobre el nacionalismo que se destaca por su originalidad y
persuasión, avanza menos de lo que promete al inicio (“También trataré de
explicar por qué estos artefactos culturales particulares han generado apegos
tan profundos”, p. 22) en claves que echen luz sobre el poderío y la intensidad
evidenciados por las identidades nacionales en ciertas circunstancias –en
particular las guerras, que como se vio están en el origen del libro–. Quizás
una nueva ola de estudios sobre los nacionalismos pueda sacar provecho de una
imbricación mayor con las preocupaciones del affective turn, como han
hecho ya algunos trabajos –por caso, Andreas Stynen, Maarten Van Ginderachter y
Xosé M. Núñez Seixas (eds.), Emotions and Everyday Nationalism in Modern
European History, Londres, Routledge, 2020–. No obstante, probablemente la
literatura y las artes continúen evocando de manera más penetrante la
profundidad de las emociones nacionales (pienso por ejemplo en el fascinante
retrato de tintes oníricos con que Stefan Zweig reconstruye el arrebato con que
las personas comunes se entusiasman con sus respectivas nacionales al inicio de
la Guerra del 14 en su autobiografía El mundo de ayer).
20
Anderson, Comunidades imaginadas, p. 225.
21
Byrne, Mecca of Revolution.
22
Véanse, entre otros, Aydin, The Politics of Antiwesternism; Manu
Goswami, “Imaginary Futures and Colonial Internationalisms”, American
Historical Review, vol. 117, nº 5, 2012; Louro, Comrades against
Imperialism; Adelman y Prakash, “Imagining the Third World”; Harper, Underground
Asia.
23
Frederick Cooper, Citizenship between Empire and Nation: Remaking France and
French Africa, 1945-1960, Princeton, Princeton University Press, 2014; Su
Lin Lewis y Carolien Stolte, “Other Bandungs: Afro-Asia Internationalisms in
the Early Cold War”, Journal of World History, vol. 30, n° 1-2, 2019.
24
Srirupa Roy, “The Death of the Third World Revisited. Curative Democracy and
World-Making in Late 1970s India”, en Adelman y Prakash, Inventing the Third
World.