Margarita Fajardo, The World that Latin America Created. The United
Nations Economic Commission for Latin America in the Development Era,
Cambridge, Harvard
University Press, 2022, 297 páginas.
Una primera aproximación a The
World that Latin America Created,
el primer libro de la historiadora colombiana Margarita Fajardo, publicado
por Harvard University Press
en 2022, podría consistir en afirmar que se trata de una historia intelectual
de la Comisión Económica Para América Latina (cepal). Sería, sin embargo, una
caracterización incompleta: aunque la primera parte del libro persigue
prolijamente los orígenes de la institución en la segunda posguerra y presenta
una narrativa de su evolución hasta comienzos de los años 1960, luego se
dispara en direcciones novedosas. Al hacerlo, el centro de gravedad se aleja
progresivamente de la vida institucional de la cepal y de sus grandes
protagonistas (los más destacados, el argentino Raúl Prebisch
y el brasileño Celso Furtado), y se acerca a la
constelación intelectual de la teoría de la dependencia.
Cepalinos y dependentistas,
de hecho, son dos categorías centrales para el libro. En la presentación de
Fajardo, los cepalinos (Prebisch, Furtado y otros actores
centrales para la institución en los años 1950) se distinguen ideológicamente
por un diagnóstico originario de la desigualdad entre centro y periferia, pero
además por una confianza en las posibilidades de la cooperación internacional y
por un optimismo acerca de la factibilidad de las reformas económicas.
Siguiendo a Fajardo, los dependentistas (André
Gunder Frank, Fernando Henrique Carodoso,
Theotônio dos Santos, Enzo Faletto),
en cambio, generacional e institucionalmente diferenciados de aquel otro grupo
de actores, fagocitan la categoría relacional centro-periferia pero la
instrumentan en otras direcciones, principalmente a partir de un
cuestionamiento profundo de los otros pilares cepalinos
(la reforma y la cooperación).
Si cepalinos
y dependentistas son dos nociones
que ordenan la aproximación de Fajardo y le permiten designar dos redes
intelectuales a un tiempo asociadas y distintivas, otra categoría central del
libro es la de worldmaking (traducible,
acaso con menos elegancia, como creación de mundos). En ese sentido, el
libro forma parte de una subvariedad del a veces
difuso giro global en la producción historiográfica que se ocupa de la historia
de los imaginarios globales, y particularmente de aquellos concebidos en los
márgenes del orden internacional. Así, Worldmaking
after Empire, por
ejemplo, que se ocupa de las dimensiones internacionalistas (de la creación
de mundos) del anticolonialismo con un énfasis en el “Atlántico
negro”, es un obvio partenaire pare el libro de Fajardo.1
Sin embargo, ese no es, por
supuesto, el único contexto historiográfico en el que The
World that Latin America Created
se inserta. Otro marco de referencia importante es un grupo de libros
publicados en la última década que comparten un interés por la historia económica
internacional de América Latina y una sensibilidad a fenómenos históricos
trasnacionales e internacionales, y que son parte de un esfuerzo por
reflexionar –históricamente e historiográficamente– acerca del lugar de la
región en la historia global. Podemos mencionar tres intervenciones importantes
en esta línea. En primer lugar, Forgotten Foundations of Bretton Woods,
un argumento sobre la importancia y la influencia de tradiciones
latinoamericanas acerca del desarrollo en la configuración de la arquitectura
institucional de la economía internacional.2
En segundo lugar, Revolution in Development, que se encadena con la línea argumental de
Helleiner con un estudio acerca de la diplomacia del
desarrollo de México en el siglo xx,
en un arco narrativo que comienza con la Revolución y la escena interamericana
de entreguerras y termina con el tercermundismo económico de los años 1970.3
Y, en tercer lugar, Sorting Out the Mixed
Economy, que argumenta que el giro neoliberal del
último cuarto siglo xx en las
Américas no es una simple reversión o rechazo del proyecto desarrollista de
mediados de siglo, sino que es, en cambio, una formación parasítica que rechaza
pero también selecciona instrumentos estatales de la “economía mixta”.4
The World that
Latin America Created participa de
un juego de reflejos y refracciones con las líneas centrales de esa literatura,
a partir de los tres argumentos centrales que despliega. En primer lugar, y en
consonancia con una tendencia ya a estas alturas sólida,
el libro de Fajardo busca contribuir a la escritura de una historia global más
amplia e inclusiva. Fajardo cuenta la historia de la formación de una
institución global en América Latina, que participa de modo activo de un
momento –la segunda posguerra– particularmente fértil en cuanto a imaginarios
globales, y que produce un mundo específicamente latinoamericano a partir
de una crítica a la desigualdad económica internacional. Esa visión del mundo
se ancla de forma institucional en la cepal y se capilariza,
luego, en burocracias de la región y en instituciones académicas. Hacia fines
de la década de 1950, incluso, como muestra la autora en uno de los
descubrimientos archivísticos de mayor envergadura, el Fondo Monetario
Internacional se percibía a la defensiva, y buscaba retomar terreno, frente a
la hegemonía ideológica cepalina en
América Latina. El momento hegemónico de la cepal es efímero, como mostrará
Fajardo, pero su sola constatación demuestra la influencia de iniciativas
periféricas en la gobernanza económica internacional del siglo xx.
El segundo argumento importante
de la historiadora colombiana, por su parte, busca imprimirle matices al
primero, a partir de una reflexión acerca de las escalas en la escritura de la
historia global. Fajardo llama a esto una “desmitificación” y una “desfechitización” (p. 211) del giro global en la literatura
reciente, y lo que busca es prestar atención a las diferencias entre la
producción de imaginarios globales, por un lado, y sus horizontes de
instrumentalización, por el otro. El activismo político cepalino
y dependentista, dice Fajardo, no
tenía como escenario principal el globo, sino más específicamente América
Latina, y aún más determinados países: centro-periferia, dice, fue una
categoría instrumentalizada localmente. Se trata de una reflexión interesante,
implícitamente fundamentada en distintos tramos del libro que cubren la
participación en iniciativas políticas domésticas y regionales por parte de cepalinos y dependentistas.
Sin embargo, The World
that Latin America Created no es, en
última instancia, un libro acerca de la relación entre economía y política, o
acerca de la historia de la política económica latinoamericana. Se ocupa,
parcialmente, de esos problemas, pero es sobre todo un libro acerca de la
historia del campo intelectual latinoamericano, acerca de la configuración y la
reconfiguración de clivajes intelectuales, acerca de la construcción de
hegemonías y de sus derrumbes; es ahí donde se encuentran los momentos de mayor
sutileza y filo analítico de Fajardo, y es a partir de ese lente que se puede
reconstruir el hilo argumental del libro.
The World that
Latin America Created cuenta,
primero, el surgimiento de una institución global del Sur, la cepal, que
produce un imaginario global latinoamericano y se afirma institucionalmente en
la región (capítulo 1). Esa constelación de ideas, institucionalmente anclada,
pone en marcha diversos proyectos en la región (de planificación en Brasil; de
integración a escala latinoamericana), y alcanza una posición de hegemonía en
el campo intelectual hacia fines de los años 1950 (capítulo 2). En ese
contexto, una incipiente discusión intelectual acerca de las causas de la
inflación (estructuralista vs. “monetarista”) contribuye decisivamente a
definir y radicalizar un clivaje ideológico-institucional entre la cepal y el fmi, entre
saber local y saber extranjero, entre ortodoxia y heterodoxia, que no era obvio
ni estaba prefigurado a comienzos de la década de 1950 (capítulo 3). Ese
momento de predominio intelectual cepalino es
efímero: una breve participación en los momentos iniciales de la Revolución
cubana, seguida de una gran apuesta por su reverso, la Alianza para el
Progreso, desplaza a la cepal
de su posición en la vanguardia intelectual latinoamericana y le causa una
pérdida de legitimidad entre sectores de izquierda (capítulo 4). Ese es el
contexto de fermentación de diversas críticas al proyecto cepalino,
articuladas en sus versiones más influyentes por André Gunder
Frank y Fernando Henrique Cardoso, quienes critican a los cepalinos
la ingenua suposición de un capitalismo flexible y cooperativo y la falta
de conciencia acerca de las variables políticas y sociales que obstaculizan la
reforma (capítulo 5). Esos son los orígenes de la teoría de la dependencia, una
tradición polisémica y vibrante, que tiene con el proyecto cepalino
una relación a un tiempo de vindicación y de rechazo, que se institucionaliza
primero en Brasil y luego en Chile, y que estalla en una multiplicidad de
proyectos políticos, tanto radicales (la vía chilena al socialismo, el
tercermundismo radicalizado impulsado por Cuba) como centristas (el
tercermundismo dialoguista impulsado por Prebisch, la
oposición democrática a la dictadura brasileña liderada por Cardoso y el cebrap).
Todo eso nos lleva al tercer, y
más potente, argumento articulado por Fajardo, según el cual el dependentismo es una respuesta crítica a la
decadencia del proyecto de desarrollo cepalino.
Los conflictos que ponen en marcha la declinación de la cepal son en buena parte
intestinos: antes que la ofensiva de los Chicago Boys,
el proyecto cepalino de desarrollo es
víctima de fuego amigo. Ese argumento tiene implicancias importantes sobre la
manera en que la literatura ha concebido las cronologías de la historia del
pensamiento económico, en particular, y del capitalismo, en general. Aquí
Fajardo une armas con el mencionado libro de Offner
para renovar las interpretaciones del giro neoliberal del último cuarto del
siglo xx: Offner
sostenía que el régimen neoliberal no es un movimiento externo proveniente del
Norte que triunfa y se impone sobre el proyecto desarrollista, sino que es una
transformación parasítica que escarda alguno de los elementos de la economía
mixta al mismo tiempo que refuerza otros. El aporte de Fajardo corre por líneas
similares, en la medida en que sostiene que la decadencia de los cepalinos es en buena parte independiente de
la avanzada neoliberal. De esta manera, The
World that Latin America Created
ofrece sus aportes más valiosos no para la escritura de una historia global
más amplia e inclusiva sino para la escritura de una historia del pensamiento
económico latinoamericano más sofisticada.
Joaquín Ladeuix
Universidad Torcuato Di Tella / Universidad de San Andrés
1 Adom Getachew, Worldmaking after Empire: The Rise and
Fall of Self-Determination, Princeton, Princeton University Press,
2019.
2 Eric Helleiner, Forgotten Foundations of Bretton Woods: International
Development and the Making of the Postwar Order, Ithaca, Cornell
University Press, 2014.
3 Christy Thornton, Revolution in Development: Mexico and the
Governance of the Global Economy, Berkeley, University of California Press,
2021.
4 Amy C. Offner, Sorting Out the Mixed Economy: The Rise
and Fall of Welfare and Developmental States in the Americas, Princeton,
Princeton University Press, 2019.